Recesión e Inflación, las Alarmas en la Economía Europea en 2023 

La economía europea muestra números rojos que apuntan a una recesión técnica, así lo advierte el Banco Central Europeo (BCE), junto a otros efectos que preocupan.

Lo anterior supone que por dos trimestres seguidos, las tasas de crecimiento del PIB no tengan un comportamiento positivo. Sobre el tema y las previsiones en la materia más detalles en este artículo.

Proyecciones de la economía europea para 2023

Aunque en diciembre las proyecciones económicas de la zona euro serán más certeras, todo evidencia que luego de haber tenido indicadores favorables en el segundo trimestre, el tercero y el cuarto han mostrado una desaceleración profunda, producto de la inflación, así lo ha explicado el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

En cuanto a los pronósticos, apuntan a que en 2023 siga estando en niveles altos, aunque se modere. La estabilidad de los precios y un foco que baje a 2 por ciento actualmente es de los vaticinios del BCE, sin embargo no se prevé ello se logre en el próximo año, pues todo indica que los precios seguirán elevados para esa etapa.

Para 2023 tampoco hay optimismo, pues los indicadores económicos se esperan no tengan un comportamiento favorable en cuanto a crecimiento, así lo señaló Guindos.

Aunque se señala que la recesión no tendría que ser necesariamente intensa, el BCE, ya ha laborado pensando en el peor de los contextos que pudiera generarse en material del tema.

Ya en diciembre tales previsiones coincidirán con las de organismos e instituciones como el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea, así lo considera el vicepresidente del BCE, quien señala que todo apunta hacia lo mismo, menos crecimiento y mantenimiento de la inflación, con riesgo de recesión técnica.

Guindos ha explicado que entre los efectos de la Guerra en Ucrania, está el de un shock energético, lo cual ha impactado desfavorablemente en el flujo de divisas, con efectos para todos los agentes de la economía, no obstante hay muchas dudas sobre el panorama económico, y hacer pronósticos resulta difícil.

En mejores condiciones se destaca el panorama en el escenario laboral, las tasas de empleo y horas laboradas, que en la zona euro ya se parecen más a los indicadores de los tiempos antes de la irrupción de la pandemia de la COVID-19.

No obstante la inflación sigue pesando sobre la vida en la región, con un comportamiento creciente desde 2019, asociado a varios hechos que han impactado de manera negativa.

Las proyecciones asumen que los índices actuales de la inflación duren hasta final de 2022, aunque debería haber desaceleración a partir de 2023, y en la mitad de ese año el IPC ubicarse en el orden del 6 por ciento. El BCE explica que no son aplicables políticas monetarias de manera total para hacer frente a la situación.

Se ha señalado por la institución financiera que debe existir una política fiscal que también garantice la efectividad de la monetaria, con un rol diferente al del período pandémico, y sin que supongan contradicciones entre ellas.

Beneficiar a las personas vulnerables afectadas por la inflación y la crisis energética, son parte de las sugerencias que hace el BCE, en función de una política monetaria selectiva, a lo que añade además que los apoyos deben estar más orientados a rentas que a precios, sin que dificulten la transición energética de la que tanto se habla.

Deja un comentario

0 Compartir
Twittear
Compartir
WhatsApp
Pin
Telegram